Cuando alguien se compra una vivienda, esta es la pregunta más habitual si se quiere hacer una reforma. Nosotros hemos escuchado esta pregunta cientos de veces.

¿Por qué se pueden derribar algunos muros y otros no? Lo primero que debes saber sobre este tema es que los muros de una casa o cualquier edificio pueden ser dos cosas: tabiques o muros de carga. Si tenemos un tabique en nuestra casa, entonces podremos cambiar la distribución, mientras que si tenemos un muro de carga, las opciones son más pequeñas.

¿Qué es un tabique? Es la partición vertical no estructural. Los encontramos en todos los edificios del mundo. Su función es distinguir o separar específicamente dos espacios, o en la mayoría de los casos, ocultar instalaciones (principalmente eléctricas y de fontanería). El tabique no soporta ninguna carga, por lo que puede ser arrojado, destruido o abierto sin causar daños al resto del edificio.

¿Qué es un muro de carga? Estos son los encargados de transferir la carga estructural del edificio desde los pisos superiores a los cimientos. Dado que se trata de un elemento estructural, no se puede eliminar, ya que podría tener graves consecuencias para el resto del edificio, incluida la posibilidad de derrumbe. Tampoco es recomendable abrir nuevos huecos, como puede ser una puerta, o aumentar el tamaño de los huecos existentes, pero esto se puede hacer si se utilizan materiales de refuerzo estructural y un arquitecto que te asesore.

Estos dos se pueden diferenciar por varios aspectos:

- El espesor: es la manera más fácil de comprobarlo y lo más rápido, los tabiques siempre son más finos mientras que los muros de carga tienen un espesor mayor.

- Por el sonido:esta manera puede parecer no del todo fiable, pero en muchos casos es una opción válida para identificar una pered no estructural. Los tabiques suelen ser huecos o llevar ladrillo hueco, mientras que los muros son macizos.

- Por su composición: este método es completamente confiable. Si podemos ver el interior de la pared y los materiales que la componen, entonces no tenemos que tener ninguna duda. Si hacemos el tramo podemos ver claramente el material de la pared y confirmar si es textura o no. Es difícil ver el interior con un taladro, pero solo a través de la resistencia podemos tener una respuesta clara. Aunque podemos perforar fácilmente las participaciones o incluso golpearlas directamente con un martillo, vemos una imagen completamente diferente en los muros de carga, porque tanto el hormigón como los ladrillos macizos tienen una resistencia muy fuerte.